miércoles, 18 de noviembre de 2009


Es 1932 la monarquía ya había caído, era momento de la República. Nuestro artista pasa un año y medio en Madrid y después un tiempo en Barcelona: en ambos lugares no encuentra más que un clima de inestabilidad general, e indiferencia del público hacia su arte. Se refugia en sus amistades de siempre como Rafael Barradas y también en nuevas como Federico García Lorca.

No hay comentarios: